Quizá te convenga esperar a un nuevo diseño si estás buscando renovar.

Hace un par de semanas llegó a nosotros la Raspberry Pi 4, el nuevo modelo del útil mini-computador. Si bien los reviews han sido positivos -el soporte para displays 4K es especialmente cool- se han reportado problemas serios con su puerto USB-C.

El problema más común es que algunos cables y cargadores parecen no cargar una Pi nueva y recién abierta. Muchos usuarios pensaron que su placa venía quemada o mal soldada, como defecto de fabricación.

Lo cierto es que el problema no es un defecto fortuito, sino más bien una falla de diseño. Un blogger de electrónica llamado Tyler Ward explicó el problema en detalle: la Raspberry Pi 4 tiene un conector USB-C que no soporta ciertos cargadores, como los que vienen con los MacBooks de Apple.

El puerto de carga del aparato tiene una resistencia conectada a dos pines del puerto USB en vez de una para cada uno. Esto causa que muchos cargadores "inteligentes" -o marcados electrónicamente- no envíen corriente a la Raspberry Pi 4.

No hay una solución sencilla

Eben Upton, el co-creador de la Raspberry Pi, le confirmó el problema al sitio TechRepublic:

Un cargador [de tales características] identificará incorrectamente la Raspberry Pi 4 como un accesorio de audio, y se negará a entregarle corriente.

Espero que esto se arregle en una revisión futura del diseño de la placa, pero por ahora los usuarios deberán tomar algún atajo de los que sugerimos. Es sorprendente que esto no apareciera en nuestro muy extenso programa de pruebas en terreno.

Si compraste una Raspberry Pi 4, no existe una solución definitiva al problema. La sugerencia es usar las fuentes de poder oficiales de Raspberry Pi 4. En su defecto, los cargadores de teléfonos no tienen cables marcados electrónicamente, por lo que también sirven.

De lo contrario te tocará esperar a una renovación de la placa, la que puede ocurrir en los próximos meses.