El servicio de la red de fotografía sucumbe a la fiebre de compartir imágenes por privado

La moda de compartir fotografías viene de lejos. Sin perder detalle y con ánimo de mostrarle al mundo sus quehaceres diarios -o para presumir, quién sabe- la red de fotografía Instagram se ha convertido en un contenedor de imágenes de todo tipo. Pero esa constante exposiciónpública no siempre se ajusta a las necesidades de los usuarios y, por qué no, al tipo de foto capturada, de la que uno desea guardarla para alguien especial.

Instagram Direct, el nuevo servicio de la red propiedad de Facebook, ha puesto el foco en WhatsApp, el popular servicio de mensajería instantánea, aunque consiste, más bien, y con ánimo de destacarse de este, en un servicio para compartir fotos y vídeos de forma privada con personas determinadas sin necesidad de hacerlas públicas a todos sus seguidores, que no son pocos (más de 150 millones de usuarios en todo el mundo). Pero la funcionalidad se queda en solo eso.

«Hay momentos en la vida que son sólo para una persona o de algunas personas cercanas o una broma privada entre amigos, con un máximo de hasta 15 personas», alega Instagram para justificar la creación de esta nueva funcionalidad. El objetivo, según su fundador Kevin Systrom, es «favorecer la intimidad». Sin embargo, esta novedosa opción sigue los pasos de otras populares herramientas fotográficas móviles que han florecido al permitir la personalización de los contenidos, como es el caso de Snapchat, que permite enviar fotos o vídeos cortos autodestructivos de 10 segundos. La fiebre de Snapchat se ha contagiado y quizá ha llegado el momento de reducir la carga pública de compartir fotos.

Hasta ahora, los usuarios de Instagram compartían sus fotos y vídeos con quienes les seguían en esa red social, sin posibilidad de elegir destinatarios concretos. A partir de ahora, cualquier usuario podrá enviar a sus contactos concretos un detalle a modo de imagen solo para él. Eso sí, si no se siguen mutuamente la foto o vídeo se guardará en un buzón de peticiones para que pueda decidir si desea ver. «Realmente queríamos centrarnos en los momentos que desee compartir sólo con unos pocos amigos con la gente que realmente importan. Esto no envía spam a todos los que conocemos», considera la compañía cuyo servicio llega justo dos días después de otra red,Twitter, haya lanzado una nueva versión de su aplicación para teléfonos móviles que permite a los usuarios de teléfonos inteligentes para enviar fotos a través de mensajes privados directos. ¿Casualidad? Y este servicio también llega después de que precisamente Snapchat haya rechazado una suculenta oferta de 3.000 millones de dólares por parte de Facebook. Eden Zoller, experto de la consultora Ovum, asegura a la agencia AFP que este nuevo servicio es «una clara señal» de Facebook para mantener a sus usuarios. «Instagram se ve amenazada por rivales directos como Vine y Snapchat, pero también se somete a la competencia indirecta de los servicios de mensajería como WhatsAppdonde los usuarios pasan más tiempo a expensas de Instagram y Facebook», reconoce. El caso es que la tarta publicitiaria es el preciado objeto que desean todas las compañías que se dedican a crear servicios sociales. Lo que quiere Facebook es proteger sus ingresos al permitir que la publicidad llegue a Instagram, un anuncio que llegó hace dos meses.   Fuente: abc.es